Tolosa

La villa de Tolosa

En el corazón de Gipuzkoa encontramos la villa de Tolosa, una de las poblaciones con más solera e historia de todo el Territorio Histórico y que fue en su momento (y a ratos) capital del mismo.

Durante la Edad Media sirvió como punto de unión entre el Reino de Navarra, el Reino de Castilla y los territorios que hoy son Francia, funcionando como un gran peaje en el norte que controlaba el flujo comercial.

Cuando en Gipuzkoa gobernaban los corregidores, estos tenían que vivir de forma alterna en San Sebastián, Tolosa, Azpeitia y Azkoitia, y posteriormente el Real Decreto de 19 de enero de 1844 dispuso que se estableciera la capitalidad de Gipuzkoa en Tolosa. Dejó de serlo en 1854 quedando establecida como capital del territorio San Sebastián, y así hasta nuestros días. Pese a todo, Tolosa sigue albergando el Archivo General de Gipuzkoa y la casa de cultura Antonio Maria Labaien, el antiguo edificio de la Diputación Foral.

Aparte de su azarosa historia, Tolosa alberga muchísimos elementos de interés. Para empezar tiene una gastronomía maravillosa, con una tradición chocolatera y repostera con muchísima fama en el País Vasco, albergando no solo tiendas y negocios de este rubro sino el Museo del Chocolate. Y la carne tolosarra también es famosa, como la que se prepara en la sublime y magnifica parrilla de Matias Gorrotxategui de Casa Julian ¡el llamado templo de la carne vasca!

Sea como sea, ir a Tolosa siempre es buena idea. La ciudad es hermosa, con personalidad e historia. Se come bien y está rodeado por la más pura esencia de Gipuzkoa: verde, tradición y cierta nobleza.